Los 6 errores más comunes en el desarrollo de software

¿Conoces los errores más comunes a la hora de realizar un proyecto? En el mundo del desarrollo de software, estos errores pueden ser costosos y perjudiciales para el éxito del proyecto. Desde la acumulación excesiva de datos hasta la subcontratación inadecuada, cada paso en el proceso de desarrollo presenta desafíos únicos. En este artículo, exploraremos estos errores comunes y en futuras publicaciones proporcionaremos consejos prácticos sobre cómo evitarlos para garantizar los mejores resultados.

¿Cómo es esto posible?

El desarrollo de software es una disciplina desafiante construida sobre millones de parámetros, variables, bibliotecas y más que deben estar exactamente en su lugar. Si un solo carácter está fuera de lugar, todo el sistema puede colapsar, y esto es solo un ejemplo relacionado con la parte técnica.

La realidad es que estos proyectos tienen muchas más verticales de trabajo que la relacionada directamente con tecnología y se enfrenta a otras muchas complejidades como pueden ser opiniones contrarias entre programadores, partes interesadas exigentes, tiempos de entrega ajustados y gerentes amantes de las reuniones.

A día de hoy es imposible enumerar las innumerables innovaciones que el desarrollo de software ha hecho posibles, y gran parte de estos avances dependen en gran parte de los programadores y de las personas que gestionan este tipo de proyectos. Es por esto que al igual que en otros sectores, la transformación digital también ha establecido procesos, metodologías y reglas que faciliten llevar a cabo su trabajo y minimizar así tanto la incertidumbre como la complejidad en sus proyectos.

Aún así, queremos compartir contigo lo que consideramos los 6 principales errores que se dan en el desarrollo de software y que consideramos que pueden descarrilar casi cualquier proyecto digital. Por esto te recomendamos prestar atención y reflexionar sobre si alguno de estos puntos están presentes en tu equipo, o si, por el contrario, habéis logrado evitar caer en estos errores y tentaciones.

1) Elegir la metodología incorrecta

Todas las metodologías de desarrollo de software tienen seguidores que están apasionadamente dedicados a las reglas que definen su forma favorita de organizar un equipo. El problema a menudo radica en elegir la correcta para tu equipo.

Un gran error es imponer estas reglas desde arriba. Si los programadores creen fervientemente en un enfoque diferente, a menudo se quejarán y criticarán con desdén cínico si se los obliga a usar otro. Lamentablemente, otro error es permitir que los programadores en la trinchera elijan su favorito porque es posible que no comprendan lo que es mejor para todo el equipo.

Elegir la metodología correcta no resolverá todos los problemas, pero reducirá la cantidad de fricción que proviene de organizar el flujo de trabajo. El equipo conocerá su papel y comprenderá exactamente cómo operar dentro de él.

2) Ignorar la escalabilidad

Algunos problemas de desarrollo de software pueden solucionarse más tarde. Pero construir una aplicación que escale eficientemente y pueda dar soporte a millones o miles de millones de eventos no es uno de ellos. Crear código efectivo sin cuellos de botella que sorprendan a todos cuando la aplicación finalmente se ejecute a plena escala requiere mucho pensamiento previo y liderazgo de alto nivel. No es algo que se pueda arreglar más tarde con un par de arreglos y cinta adhesiva virtual.

Los algoritmos y las estructuras de datos deben planificarse desde el principio. Eso significa que los arquitectos y la capa de gestión deben pensar cuidadosamente en los datos que se almacenarán y procesarán para cada usuario. Cuando lleguen un millón o mil millones de usuarios, ¿qué capa se va a saturar por la gran cantidad de información que tendrá que procesar? ¿Cómo nos podemos anticipar a este problema?

A veces, esta previsión arquitectónica significa desechar ideas que también pueden ser buenas y debe ser la capa de gestión quién debe sopesar los beneficios y los costes de entregar según qué funcionalidad a gran escala. Aquí es donde también el equipo técnico debe de ser transparente y comunicar que algunos análisis de datos simplemente no funcionan bien a gran escala o que algunas fórmulas pueden acomplejarse y crecer exponencialmente en la medida en la que haya más usuarios.

Los desarrolladores no siempre quieren pensar en el panorama general. Es demasiado tentador simplemente sumergirse y comenzar a crear algo de cero, pero si no se le dedica el tiempo necesario a anticipar estos problemas en un primer momento, lo más seguro es que más adelante todo se complique y el proyecto pueda fracasar.

3) Caer en la última tendencia

Los desarrolladores de software pueden sentirse atraídos por ideas nuevas y llamativas. Tal vez sea una nueva base de datos que ofrece consultas más complejas. Tal vez sea un nuevo lenguaje de programación que solucionará todos los errores causados por el anterior.

A veces, aplicar estas innovaciones y probar nuevas ideas tiene un impacto positivo, pero en otras ocasiones pueden terminar ralentizando el desarrollo mientras todos intentan aprender la nueva tecnología. Suele ocurrir que cuando nos exponemos a nuevos procesos, metodologías y tecnologías podemos tener claros los beneficios que nos van a aportar, pero desconocemos las problemáticas que también puede traer consigo. Lo más peligroso de estas dificultades o fallas ocultas es que solo son visibles y evidentes una vez ya estamos con el agua al cuello y justo antes de que el proyecto deba entregarse.

La precaución suele ser la mejor regla para adoptar una nueva tecnología. Hay una razón por la cual algunas de las empresas más grandes y antiguas siguen ejecutando software escrito en COBOL. Las tendencias van y vienen, pero la lógica funcional de un código en producción que es robusto y se perpetua en el tiempo es símbolo de seguridad y estabilidad.

4) Retener demasiados datos

Los programadores son acumuladores naturales. Les encanta almacenar información por si acaso se necesita en el futuro. Sin embargo, mantenerla solo porque «nunca se sabe cuándo la necesitaremos» puede ser una receta para una fuga de seguridad o un problema con respecto a la privacidad de los usuarios.

El problema puede ser aún mayor con información personal como fechas de nacimiento u otros detalles. Algunas áreas, como los registros financieros o médicos, están altamente reguladas, lo que facilita el posible incumplimiento de alguna ley.

Una buena arquitectura de software implica planificar con anticipación todo esto para así minimizar la cantidad de datos almacenados. Esto protege a todas las partes y puede ahorrar costes de almacenamiento, e incluso acelerar el sistema al reducir el volumen de información en movimiento.

5) Externalizar el trabajo incorrecto

El debate sobre construir o comprar software es un clásico sin una conclusión definitiva. Aun así, los desarrolladores de software a menudo eligen mal. Puede que haya una solución perfectamente buena a un buen precio y que sean demasiado orgullosos para dejar de lado su sistema personalizado con su costoso equipo interno. Por otro lado, también ocurre lo contrario con la parte de gestión ya que algunos gerentes compran la línea de productos de un proveedor externo pensando en optimizar costes para solo conseguir ver cómo el proveedor aumenta drásticamente los precios una vez se ha completado la integración de sus sistemas en la operativa de la empresa.

Desafortunadamente, decidir qué herramientas externas utilizar es un desafío constante para los equipos de desarrollo de software y sus gerentes. Contratar la fuente externa adecuada es un gran hito, pero adoptar el proveedor incorrecto es un camino asegurado a una prisión de alto precio.

6) Evitar las pruebas

Los desarrolladores de software efectivos y sus gerentes saben que las pruebas son un desafío constante y son tan importantes como escribir código recursivo o diseñar una estructura de datos elegante. Las pruebas deben incluirse desde el principio porque las pruebas unitarias y de integración son vitales para garantizar que el código siga siendo viable durante todo el proceso de desarrollo.

Pero las pruebas también son importantes para manejar cargas grandes. Es demasiado tentador escribir código que funcione sin problemas en nuestro escritorio cuando somos los únicos usuarios. Si la aplicación va a tener cientos, miles o tal vez cientos de miles de usuarios, debes asegurarte de que el código sea eficiente y que la implementación pueda manejar grandes escalas.

Muchos equipos trabajan con equipos de testeo o calidad que se dedican a buscar y detectar este tipo de errores que se pueden cometer a la hora de programar. Este perfil es clave en cualquier proyecto de desarrollo ya que identifican casos de fallo como asignar valor cero a un parámetro solo para ver si causa un error de división por cero. Saben que hay números que no deben darse nunca en ciertos sistemas, como pueden ser los decimales o negativos a la hora de comprar algo en un ecommerce, y para ello parte de su labor es probar distintas maneras de romper el sistema para encontrar así debilidades o fallos en el código. Esta atención a las pruebas es esencial cuando los casos de uso se vuelven tan complicados que es difícil para cualquier humano pensar en todas las posibilidades y escribir un código limpio que las anticipe todas.