Conoce por qué deberías darle importancia al storytelling de tu marca

“La persona más poderosa del mundo es aquella que cuenta historia. El narrador fija la visión, los valores y la agenda de toda una generación que está por llegar”. Esta frase la pronunció Steve Jobs, ni más ni menos que el fundador de una de las empresas que mejor ha sabido emplear el storytelling a su favor, Apple. Antes de meternos más en profundidad, vamos a definir qué es este término y por qué es importante tenerlo en cuenta en cualquier compañía, sin importar el tamaño. Ser conscientes de su relevancia puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso.

El storytelling no es sino el noble arte de contar historias y es tan inherente al ser humano como el respirar. A lo largo de los siglos hemos explorado numerosas maneras de transmitir diferentes mensajes: desde las pinturas en la cueva de Altamira, los cuentos, los libros, el cine y ahora, las redes sociales. Y es que no hay nada que nos guste más que ser arrastrados hacia un universo narrativo en el que cualquier cosa puede pasar. En ese lugar, nuestros deseos y aspiraciones están al alcance de nuestras manos; y a su vez, los miedos se desvanecen consiguiendo crear una sensación de poder que nos embauca. En definitiva, el storytelling es una manera de conectar con los sentimientos del público, por eso no ha sido ninguna sorpresa que las marcas se estén dando cuenta de la importancia que tiene.

No les digas lo que tienen que hacer, enséñales lo que podrían conseguir

¿Qué beneficios tiene crear un vínculo emocional con tu público? Cuando conectas con una persona es más fácil que entiendan tu visión de la vida y si consigues esto, tendrás un cliente de por vida al que acompañarás y que se sentirá cerca de ti, que forma parte de algo más grande.

Y para poder colocarte a su lado y enseñarle el mundo de posibilidades que tú ves, primero tienes que conocer a tus clientes a fondo y ponerte en sus zapatos. En definitiva, tienes que hacer gala de una gran empatía que te permita verles como si fueran tus amigos. ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Qué hacen en su día a día? ¿Qué tipo de medios consumen? Y la pregunta más importante, ¿qué necesitan? Una vez hayas identificado a quién te vas a dirigir y cuál es su pain o problema, toca pensar en cómo vas a entregar tu mensaje de la manera más eficiente posible.

Ellos deben estar en el centro de tu historia

Ahora vamos a sacar varias banderas rojas ondeando al viento. Cuando piensas en cómo crear el storytelling de tu marca, debes considerar quién es el héroe de tu historia. Te damos una pista: tu producto no lo es, nunca debe serlo. Aquello que vendes, sea lo que sea, es una herramienta que tu protagonista deberá usar para conseguir ese happy ending en este relato. En resumen, los protagonistas deben ser seres vivos que respiran, sienten y cambian, y con los que puedes establecer una relación.

Entonces, ¿qué protagonista puede tener mi storytelling? Seguro que ya te has hecho esta pregunta. Según la historia y las necesidades de tu empresa, puedes optar por dos perfiles:

  • Contar tu propia historia a través de las personas que la han construido.
  • Crear un personaje de ficción que englobe todas las cualidades que debe tener tu buyer persona y al que se le lance un reto que solamente puede solucionar felizmente gracias al empleo de tu producto.

Si tu compañía no tiene una historia especialmente emotiva y evocadora, quizás esta no sea tu mejor opción. En su lugar, puedes optar por el segundo tipo de storytelling, el que te permite transmitir tus ideas y valores a través de un personaje ficticio que los represente.

El engagement es uno de los términos más sonados en marketing en los últimos años. Y qué quiere decir, te preguntarás. No es otra cosa que la intención de conectar con el mayor número de personas posible y hacerles entender y abrazar su mensaje. Ah, y por supuesto, que se mantengan fieles a tu producto. Esto se consigue a través de un storytelling de marca que deje entrever tus valores y los de tu producto.